L'ÈPOCA
Era el millor dels temps, i era el pitjor; era l'edat de la saviesa i la de la ximpleria; era l'època de la fe i l'època de la incredulitat; l'estació de la Llum i la de les Tenebres; era la primavera de l'esperança i l'hivern de la desesperació; tot se'ns oferia com a nostre i no teniem absolutament res; anàvem tots directament al cel, tots ens precipitàvem per a la direcció contrària. En un mot: l'època era tan semblant a l'actual, que algunes de les autoritats més escandaloses demanaven que, per a bé o per a mal, fos considerada tan sols en un grau superlatiu de comparació.
(Traducció de Jordi Arbonès)
The Period
It was the best of times, it was the worst of times, it was
the age of wisdom, it was the age of foolishness, it was the
epoch of belief, it was the epoch of incredulity, it was the
season of Light, it was the season of Darkness, it was the
spring of hope, it was the winter of despair, we had
everything before us, we had nothing before us, we were
all going direct to Heaven, we were all going direct the
other way—in short, the period was so far like the present
period, that some of its noisiest authorities insisted on its
being received, for good or for evil, in the superlative
degree of comparison only.
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Lo poseíamos todo, pero no teníamos nada; caminábamos directamente hacia el cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.

Charles John Huffam Dickens (Portsmouth, Inglaterra, 7 de febrero de 1812 – Gadshill Place, Inglaterra, 9 de junio de 1870) fue un famoso novelista inglés, uno de los más conocidos de la literatura universal, y el principal de la era victoriana. Supo manejar con maestría el género narrativo, con humor e ironía, y una aguda y álgida crítica social. En su obra destacan las descripciones de gente y lugares, tanto reales como imaginarios. Utilizó en ocasiones el pseudónimo Boz.
Críticas posteriores, tales como las de George Gissing y G. K. Chesterton, defendieron y aclamaron su dominio de la lengua inglesa como inigualable, sus personajes como creativos e inolvidables y en gran parte su sensibilidad social como poseyente. No obstante, también recibió críticas de sus mejores lectores, George Henry Lewes, Henry James, y Virginia Woolf entre ellos, los cuales achacaron ciertos defectos a sus obras, como el sentimentalismo efusivo de su prosa, acontecimientos irreales y personajes grotescos.
La popularidad de sus novelas y relatos cortos durante su vida y en el presente es fácilmente demostrada por el hecho de que ninguna se ha dejado de publicar. Dickens escribió novelas por entregas, el formato usual en la ficción en su época, por la simple razón de que no todo el mundo tenía los recursos económicos necesarios para comprar un libro, y cada nueva entrega de sus historias era esperada con gran entusiasmo por sus lectores, nacionales e internacionales. Dickens es actualmente y como lo ha sido siempre, admirado por escritores en todas partes como un ídolo literario.