
-¿Qué, Piotr, no se ve nada todavía? - preguntaba, el 20 de mayo de 1859, un señor de unos cuarenta años, saliendo sin sombrero a la puerta de la posada en el camino de ...; llevaba un abrigo corto, cubierto de polvo, y pantalones a cuadros. La pregunta iba dirigida a su criado, un joven carrilludo, con vello blanquecino en la barbilla y ojillos mates.
El criado llevaba un pendiente de turquesa en la oreja, cabellos de color indefinido, untados de pomada; sus ademanes eran corteses. En una palabra, todo revelaba en él a un hombre de la nueva generación. Miró con indiferencia al camino y contestó:
- A lo que parece, no, señor, no se ve nada.
- ¿No se ve nada? -repitió el señor.
- Nada -contestó por segunda vez el criado.
El señor suspiró y se sentó en el banquillo. Vamos a presentárselo al lector, mientras está así sentado, con las piernas encogidas, y mira pensativamente alrededor.

En 1838 lo envían a la Universidad de Berlín a estudiar filosofía, particularmente Hegel, e historia. Turgénev se impresionó con la sociedad centro-europea de Alemania, y volvió occidentalizado, pensando que Rusia podía progresar imitando a Europa, en oposición a la tendencia eslavista de la época en su país. Igual que muchos de sus contemporáneos con buen nivel de educación, se opuso especialmente al sistema de servidumbre.
Una familia vasalla le leyó los versos de Rossiada de Mijaíl Jeraskov, celebrado poeta del siglo XVIII. Los primeros intentos literarios de Turgénev, incluyendo poemas y esbozos, mostraron su genio y recibieron comentarios favorables de Belinski, por entonces el principal crítico literario ruso. En el final de su vida, Turgénev residió poco en Rusia, prefiriendo Baden-Baden o París, desde que conoció en el teatro Mariinski de San Petersburgo a la cantante Paulina García de Viardot o Pauline García-Viardot, por quien abandonaría Rusia para establecerse en Francia y por cuyo amor estuvo preso hasta el fin de sus días.
Turgénev nunca contrajo matrimonio, si bien tuvo un hijo con una de las siervas de su familia. Alto y robusto, su carácter se destacó por su timidez, introspección y hablar suave. Su amigo literario más cercano fue Gustave Flaubert. Sus relaciones con Lev Tolstói y Fiódor Dostoyevski fueron a menudo tensas, considerando la tendencia proeslavista de ambos.
Su complicada amistad con Tolstói alcanzó tal animosidad que en 1861 éste lo retó a duelo. Si bien luego se disculpó, estuvieron sin hablarse 17 años. Dostoyevski a su vez parodió a Turgénev en su novela Los demonios (1872) , a través del personaje del novelista Karamazinov. En 1880, el famoso discurso de Dostoyevski en la inauguración del monumento a Pushkin versó sobre su reconciliación con Turgénev.
Ocasionalmente visitó Inglaterra, y en 1879 la Universidad de Oxford le otorgó un título honorífico. Murió en Bougival, cerca de París. En su lecho de muerte exclamó, refiriéndose a Tolstoi; "Amigo, vuelve a la literatura". Con tal inspiración, Tolstói escribió obras como La muerte de Iván Ilich ySonata Kreutzer.
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