Primera parte
La vida de un estudiante en Madrid
1. Andrés Hurtado comienza la carrera
Serían las diez de la mañana de un día de octubre. En el patio de la Escuela de Arquitectura, grupos de estudiantes esperaban a que se abriera la clase.
De la puerta de la calle de los Estudios, que daba a este patio, iban entrando muchachos jóvenes que, al encontrarse reunidos, se saludaban, reían y hablaban.
Por una de estas anomalías clásicas de España, aqurellos estudiantes que esperaban en el patio de la Escuela de Arquitectura no eran arquitectos del provenir, sino futuros médicos y farmacéuticos.
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