¿hasta qué punto el primer párrafo de una novela es importante?
los hay descriptivos, los hay misteriosos, los hay que resumen toda la historia, los hay que despiertan la curiosidad...
a menudo es lo último que escribe el autor, precisamente porque sabe que la continuidad de su lectura depende de este primer párrafo...pero, ¿siempre ha sido así? comprobémoslo.

dimarts, 11 de gener del 2011

Rafael Sánchez Ferlosio - El Jarama


NOTA A LA SEXTA EDICIÓN
Como quiera que a lo largo de los nueve años que la presente novela lleva a merced del público
han sido no pocas las personas que, creyendo hacer un cumplido a mi propia obra, me han dicho "lo que
más me gusta es la descripción geográfica del río con que se abre y se cierra la narración» y visto que las
comillas que acompañan a esta descripción no surten — a falta de otra indicación, cuya omisión hoy me
resulta del todo imperdonable — los efectos de atribución — o de no atribución — deseados, es mi deber
consignar aquí de una vez para siempre su verdadera procedencia, devolviendo así al extraordinario
escritor a quien tan injusta como atolondradamente ha sido usurpada, la que yo también, sin sombra de
reticencia ni modestia, coincido en considerar con mucho la mejor página de prosa de toda la novela.
Puede leerse, con leves modificaciones, en: Casiano de Prado, Descripción física y geográfica de la
Provincia de Madrid, Imprenta Nacional, Madrid, 1864, páginas 10 y 11. Aunque sólo me pueda servir
como atenuante, he de añadir en mi descargo que fueron precisamente las pequeñas alteraciones por
medio de las cuales ajusté el texto original de don Casiano a mis propias conveniencias prosódicas —
toda vez que el comienzo y el final de un libro son lugares prosódicamente muy condicionados— las que
pesaron en mi ánimo para resolverme a omitir la procedencia. Pero conservar el equívoco sería hoy, por
mi parte, amén de la violación de las más elementales normas de cortesía literaria que en todo caso
supondría, y a la vista de cómo han ido las cosas, la más escandalosa ingratitud.





"DESCRIBIRÉ brevemente y por su orden estos ríos, empezando por Jarama: sus primeras
fuentes se encuentran en el gneis de la vertiente Sur de Somosierra, entre el Cerro de la Cebollera y
el de Excomunión. Corre tocando la Provincia de Madrid, por La Hiruela y por los molinos de
Montejo de la Sierra y de Pradeña del Rincón. Entra luego en Guadalajara, atravesando pizarras
silurianas, hasta el Convento que fue de Bonaval. Penetra por grandes estrechuras en la faja caliza
del cretáceo — prolongación de la del Pontón de la Oliva, que se dirige por Tamajón a Congostrina
hacia Sigüenza. Se une al Lozoya un poco más abajo del Pontón de la Oliva. Tuerce después al Sur
y hace la vega de Torrelaguna, dejando Uceda a la izquierda, ochenta metros más alta, donde hay un
puente de madera. Desde su unión con el Lozoya sirve de límite a las dos provincias. Se interna en
la de Madrid, pocos kilómetros arriba del Espartal, ya en la faja de arenas diluviales del tiempo
cuaternario, y sus aguas divagan por un cauce indeciso, sin dejar provecho a la agricultura. En
Talamanca, tan sólo, se pudo hacer con ellas una acequia muy corta, para dar movimiento a un
molino de dos piedras. Tiene un puente en el mismo Talamanca, hoy ya inútil, porque el río lo
rehusó hace largos años y se abrió otro camino. De Talamanca a Paracuellos se pasa el rio por
diferentes barcas, hasta el Puente Viveros, por donde cruza la carretera de Aragón-Cataluña, en el
kilómetro dieciséis desde Madrid...»

—¿Me dejas que descorra la cortina?
Siempre estaba sentado de la misma manera: su espalda contra lo oscuro de la pared del
fondo; su cara contra la puerta, hacia la luz. El mostrador corría a su izquierda, paralelo a su mirada.
Colocaba la silla de lado, de modo que el respaldo de ésta le sostribase el brazo derecho, mientras
ponía el izquierdo sobre el mostrador. Así que se encajaba como en una hornacina, parapetando su
cuerpo por tres lados; y por el cuarto quería tener luz. Por el frente quería tener abierto el camino de
la cara y no soportaba que la cortina le cortase la vista hacia afuera de la puerta.


Rafael Sánchez Ferlosio (4 de diciembre de 1927RomaItalia) es un escritor español -novelistaensayistagramático y lingüista- perteneciente a la denominada generación de los años 50 -los niños de la guerra-, premio Cervantes 2004 y Nacional de las Letras 2009. Su fama la debe principalmente a sus novelas El Jarama e Industrias y andanzas de Alfanhuí.
Hijo del escritor y político cauriense Rafael Sánchez Mazas y de la italiana Liliana Ferlosio, nació en Roma, donde su padre era corresponsal del diario ABC. Es hermano del filósofo y matemático Miguel Sánchez-Mazas Ferlosio y del poeta y cantante Chicho Sánchez Ferlosio. Estudió en el colegio jesuita San José de Villafranca de los Barros y posteriormente cursó filología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid, en la que obtuvo el doctorado. En 1950 se hizo novio de la escritora Carmen Martín Gaite, a quien había conocido en la universidad. Se casaron en octubre de 1953 y terminaron separándose amistosamente en 1970. Juntos tuvieron una hija, Marta, que falleció en 1985 a la edad de 29 añosSánchez Ferlosio contribuyó a esa corriente con una de las obras más significativas de la literatura española de la posguerra: El Jarama, (1955), aunque su primera novela fue Industrias y andanzas de Alfanhuí (1951), narración de sesgo fantástico sobre un niño que deja de ir a la escuela después de escribir en un alfabeto ininteligible y que va componiendo su propia realidad a través de extrañas andanzas que lo alejan de la órbita de la norma y el castigo.En el ámbito literario, Ferlosio fue miembro del Círculo Lingüístico de Madrid, junto con Agustín García CalvoIsabel LlácerCarlos Piera y Víctor Sánchez de Zavala. Por otro lado, junto a autores como Ignacio AldecoaJesús Fernández Santos, la propia Gaite y Alfonso Sastre, fue fundador y colaborador de la Revista Española. Todos ellos compartieron una poética realista que presentaba notables influencias del neorrealismo italiano.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada