¿hasta qué punto el primer párrafo de una novela es importante?
los hay descriptivos, los hay misteriosos, los hay que resumen toda la historia, los hay que despiertan la curiosidad...
a menudo es lo último que escribe el autor, precisamente porque sabe que la continuidad de su lectura depende de este primer párrafo...pero, ¿siempre ha sido así? comprobémoslo.

dimecres, 28 d’abril del 2010

Miguel Delibes - Los santos inocentes

A su hermana, la Régula, le contrariaba la actitud de Azarías, y le regañaba y él, entonces, regresaba a la Jara, donde el señorito, que a su hermana, la Régula, le contrariaba la actitud del Azarías porque ella aspiraba a que los muchachos se ilustrasen, cosa que a su hermano, se le antojaba un error que,
    luego no te sirvan ni para finos ni para bastos,
pontificaba con su tono de voz brumosos, levemente nasal,
y, por contra, en la Jara, donde el señorito, nadie se preocupaba de si éste o el otro sabían leer o escribir, de si eran letrados o iletrados, o de si el Azarías vagaba de un lado a otro, los remendados pantalones de pana por las corvas, la bragueta sin botones, rutando y con los pies desclazos e, incluso, si, repentinamente, marchaba donde su hermana y el señorito preguntaba por él y le respondían,
anda donde su hermana, señorito,
el señorito tan terne, no se alteraba, si es el caso levantaba imperceptiblemente un hombro, el izquierdo, pero no indagaba més ni comentaba la nueva, y cuando regresaba, tal cual,
 el Azarías ya está de vuelta, señorito...




Miguel Delibes Setién (Valladolid17 de octubre de 1920 - Valladolid12 de marzo de 2010)1 fue un novelista español y miembro de la Real Academia Española desde 1975 hasta su muerte, ocupando el sillón "e".2 Licenciado en Comercio, comenzó su carrera como columnista y posterior periodista de El Norte de Castilla, periódico que llegó a dirigir, para pasar de forma gradual a dedicarse en exclusiva a la novela.
Gran conocedor de la fauna y flora de su entorno geográfico, apasionado de la caza y del mundo rural, supo plasmar en sus obras todo lo relativo a Castilla y a la caza desde la perspectiva de una persona urbana pero que no había perdido el contacto con ese mundo.
Se trata por tanto de una de las grandes figuras de la literatura española posterior a la Guerra Civil, por lo cual fue reconocido con multitud de galardones, pero su influencia va aún más allá, ya que varias de sus obras han sido adaptadas al teatro o se han llevado al cine, siendo premiadas en certámenes como el Festival de Cannes.
Marcado profundamente por la muerte de su mujer en 1974, en 1998 padeció un cáncer de colon, del que nunca llegó a recuperarse completamente, lo que detuvo prácticamente por completo su carrera literaria y le llevó a la apatía y prácticamente al ostracismo hasta su muerte en 2010.

1 comentari:

  1. Una familia de campesinos formada por Paco y Régula y sus cuatro hijos, Nieves, Quirce, Rogelio y Charito (la niña chica), viven en una humilde casa al servicio de los señores del cortijo, trabajando, obedeciendo y soportando humillaciones sin queja alguna.
    Su única aspiración es que sus hijos estudien para abandonar la vida que llevan. Charito, su hija mayor, a la que llaman la niña chica, es deficiente mental y permanece siempre en una cuna. A la familia pronto se suma Azarías, hermano de Régula, al ser despedido de su trabajo en otro cortijo cercano. Azarías es un inocente con dificultad de expresión y deficiencia mental, cuya única preocupación es la cría de una pequeña grajilla, su milana bonita.
    La vida en el cortijo sigue la misma rutina de siempre, unos mandan y otros obedecen; acontecimientos familiares, cacerías y fiestas se suceden en la Casa Grande. En una de estas cacerías, el señorito Iván mata con su escopeta al pájaro de Azarías, lo que provoca una respuesta brutal por parte de éste que mata al señorito.

    Los principales temas que toca esta novela de Delibes son los siguientes:
    La opresión por parte de los señores.
    El desprecio y la falta de atención hacia sus criados.
    Las humillaciones continuas a las que son sometidos cada día los sirvientes.
    La incultura generalizada en las clases bajas de la sociedad de la época.
    La resignación de los miembros de las clases más bajas al aceptar su condición de inferiores, siendo considerados casi como seres no humanos.

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