¿hasta qué punto el primer párrafo de una novela es importante?
los hay descriptivos, los hay misteriosos, los hay que resumen toda la historia, los hay que despiertan la curiosidad...
a menudo es lo último que escribe el autor, precisamente porque sabe que la continuidad de su lectura depende de este primer párrafo...pero, ¿siempre ha sido así? comprobémoslo.

dimarts, 29 de setembre del 2009

Wiliam M Thackeray - La feria de las vanidades











Una espléndida mañana de junio, mientras el siglo actual andaba en sus mocedades, una gran carroza, tirada por magnífico tronco de brillantes arreos, conducido por un robusto cochero de tricornio y peluca, llegó a una velocidad de cuatro millas por hora, a la verja de hierro de la academia de miss Pinkerton, para señoritas, en Chiswick Mall. Apenas se detuvo el carruaje ante el rótulo de pulido bronce de miss Pinkerton, un criado negro que venía sentado en el pescante al lado del gordo cochero, se apeó, desentumeciendo sus piernas zambas, y cuando hizo sonar la campanilla, ya una veintena de cabezas asomaban por las ventanas del suntuoso edificio de ladrillos. Sólo un agudo observador hubiera reconocido la naricita encarnada de la bonachona miss Jemina Pinkerton, por encima de las macetas de geranios que adornaban la ventana del salón.



William Makepeace Thackeray (Alipur, CalcutaIndia18 de julio de 1811 - LondresInglaterra24 de diciembre de 1863), novelista inglés del realismo.

  • Hijo único de Anne Becher Thackeray y su esposo, un comerciante llamado Richmond Thackeray, se quedó huérfano de padre a los cinco años. Eso motivó a que fuera enviado a Inglaterra junto a su tía Ms. Ritchie. Estudió en la Chiswick Mall Chaterhouse School de Londres y luego en el Trinity College de Cambridge, pero dejó los estudios para viajar por Europa. De vuelta a Londres, se matriculó en Derecho, pero dejó la universidad cuando se le legó una exuberante herencia, con la que adquirió el periódico National Standard. En 1834 se trasladó a París para instruirse en dibujo y pintura. Cultivó el periodismo y la caricatura en publicaciones como The ConstitutionalThe TimesPunch (donde ingresó en 1842) o Fraser's Magazine. Contrajo matrimonio en 1836 con la irlandesa Isabella Shawe, pero su esposa sería internada en un hospital psiquiátrico en 1840. Entre 1846 y 1851 se relacionó con Jane Brookfield, mujer de un antiguo compañero de Cambridge llamado William Brookfield. Merced a sus novelas, se convirtió en el competidor y rival principal de Charles Dickens, debido a que les separaban diversas concepciones de la novela. Tras impartir seminarios en los Estados Unidos, editó el Cornhill Magazine (1860-1862), donde publicó por entregas dos novelas cortas, El viudo Lovel y Las aventuras de Philip. Escribió en esta época sus ensayos humorísticos Los documentos indirectos. En 1862 abandonó su puesto de editor para no tener que seguir rechazando manuscritos, si bien continuó escribiendo para la revista; cuando comenzaba su última novela, Denis Duval, le sorprendió la muerte. Se considera que su obra maestra es La feria de las vanidades (Vanity Fair, 1847), novela por entregas protagonizada por Becky Sharp, una arribista sin escrúpulos.

Thackeray es considerado como el segundo mejor novelista de la literatura victoriana, después de Charles Dickens, pero actualmente es menos conocido que éste y usualmente su obra más leída es La feria de las vanidades. En esta novela fue capaz de satirizar sobre la naturaleza humana de una forma suave, creando el más famoso personaje creado por este autor, Becky Sharp. En contra de sus demás obras, esta novela sigue siendo muy leída entre la población y es motivo de análisis en asignaturas universitarias.
En la propia época de Thackeray, algunos críticos como Anthony Trollope argumentaron que su obra Henry Esmond era su mejor trabajo, quizá porque expresaba los valores de la época victoriana tales como la responsabilidad y ser un buen trabajador, valores que se incluirían en obras posteriores. Un motivo por el que estas obras que desarrollaban los valores victorianos no sean tan populares hoy en día quizá sea porque no incluía nada nuevo, como sí lo hizo en cambio La feria de las vanidades, que satirizaba estos mismos valores.
Thackeray se consideraba escritor de la tradición realista y no del sentimentalismo y exageraciones que caracterizaban a Charles Dickens. Algunos críticos han aceptado esta propia definición, pero otros argumentan que Thackeray usaba técnicas narrativas características del siglo XVIII, tales como digresiones e invocar al lector, provocando el fin del realismo. Debido a esta crítica, la escuela de Henry James no siguió a Thackeray, debido a que preferían mantener el realismo durante toda la obra.

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